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Michael Phelps Hiperactivo

A lo largo de estos años, desde el último triunfo de Michael Phelps en las Olimpiadas de Rio, hemos podido oír y leer en los diferentes medios de comunicación las destrezas de Michael. Sin embargo, para muchas personas lo conseguido por Michael tiene más merito, al saber que el nadador tiene  un trastorno denominado  Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

"En la rueda de prensa que Michael Phelps dio en Pequín admitió haber sido un niño hiperactivo y recordó que un día su profesora de lengua (Inglés) había cometido el error de decir que jamás sería capaz de llegar a nada".

                           TDAH MICHAEL PHELPS

Michael Phelps  nació el 30 de junio de 1985 en Baltimore, Maryland, fue apodado "La bala de Baltimore" y posee multitud de récords y títulos internacionales. En las olimpiadas de Atenas 2004 consiguió 6 medallas de oro y 2 de bronce y en las de Pekín 2008, 8 medallas de oro, batiendo el record del mítico Spitz. El nadador norteamericano, se ha convertido en todo un ídolo y un ejemplo a seguir para muchos jóvenes de hoy en día. Lo que mucha gente  aún desconoce es que Phelps fue un niño hiperactivo.

A partir de preescolar, los maestros se quejaron de que: Michael no podía permanecer tranquilo en tiempo de silencio, Michael no se sentaba cuando tocaba, Michael no mantenía las manos quietas, Michael no paraba de hacer el tonto, reírse y codearse con los niños para llamar su atención.

Cuando entró en la escuela pública, demostró lo que sus profesores llamaban un comportamiento "inmaduro". "En la guardería  su profesora le dijo a su madre: "Michael no puede sentarse quieto, Michael no puede estar tranquilo, Michael no puede concentrarse"".

La familia se había mudado recientemente, y su madre pensaba que Michael podría sentirse  frustrado, porque el expediente que estaba obteniendo no era el adecuado.

La Sra. Phelps recuerda la conversación con la profesora:"Le dije, tal vez se aburre" a lo que ella contestó con el comentario: "!Oh¡, él no tiene talento". Yo también era profesora y le dije que no dijera eso, y a ella no le gusto mucho. Simplemente le pregunté "¿Qué vas a hacer para ayudarle? "

También recuerda que en la educación primaria Michael sobresalía en clase en las cosas que le gustaban ? gimnasia y conocimiento del medio -. "Leía a su tiempo, pero no le gustaba leer, así que le daba las páginas deportivas del Baltimore Sun, aunque acababa leyendo las imágenes y los titulares".

Debbie, que había enseñado en la escuela media durante más de dos décadas, comenzó a trabajar en estrecha colaboración con la escuela de Michael para conseguir para  él la atención extra que necesitaba. Michael fallaba en matemáticas, contrató a un profesor particular y lo enseño utilizando problemas adaptados a los intereses de Michael.

Su madre aprendió  a utilizar diversas estrategias para mantener a Michael en línea e inculcarle la auto-disciplina, decidio hablar con el maestro del niño acerca de cómo crear el mejor ambiente escolar; comunicarse frecuentemente con él, facilitar el aumento de las interacciones sociales fuera de la escuela, y fomentar las actividades extracurriculares, como por ejemplo los deportes.

Ella nunca olvidará un comentario de la profesora: "Su hijo nunca será capaz de concentrarse en nada."

Se trataba de un período difícil. La Sra Phelps y su marido, un soldado del Estado, se divorciaron. Ella acaba de volver a la escuela para obtener un master y convertirse en administradora, y al mismo tiempo tenía que ser madre 24 horas / 7 días a la semana.

Michael empezó a crecer como loco, pero no proporcionalmente, sus orejas eran enormes, y cuando corría, pasaba sus brazos por debajo de las rodillas. Los niños empezaron a meterse con él y a intimidarle, y cuando pegaba a uno de ellos en el autobús, era suspendido del servicio de autobús  durante varios días. Sus orejas eran un objeto frecuente de burlas.

Su madre, Debbie, cuenta de él: "Era un pequeño muy energético, siempre correteando por todos lados y preguntando: ¿Por qué hacemos esto? ¿Cuándo haremos lo otro? ¿Qué hacemos ahora?".Y así le define: "Travieso no sería la palabra que yo usaría, más bien diría juguetón, creativo".

Cuando estaba en sexto de primaria fue llevado a su revisión anual al médico de familia doctor Charles Wax quien examinó a Michael y dictaminó que podría tener TDAH. Los hijos del Dr. Wax también nadaban, y él había observado a Michael durante el torneo de natación en el que competía su hermana. El médico sugirió enviar formularios de evaluación a sus maestros. Su consenso fue: no puede sentarse quieto, no puede guardar silencio, no puede concentrarse.

A los 9 años, Michael empezó a tomar Ritalin, un estimulante utilizado para tratar la hiperactividad. Su madre piensa que ayudó un poco. "Parecía estar en condiciones de centrarse ya", "Podía hacer los deberes sin tener que moverse tanto." "Pero todavía era un estudiante mediocre". "Si la tarea consistía en realizar por lo menos cuatro frases, "se limitaría a hacer sólo cuatro frases".

Después de dos años, Michael preguntó si podía dejar el tratamiento. Tenía que ir a la enfermera de la escuela a tomar una pastilla en el almuerzo y se sentía estigmatizado. -El me dijo:" No quiero seguir con esto, mamá. Mis amigos no lo hacen. Puedo hacerlo solo". "Saldré de esta, lo controlaré"

-Siempre fui severa como madre, pero desde el primer día, incluí a mis hijos en cualquier proceso de decisión. Así que le escuché. "Después de la consulta con el Dr. Wax, Michael decidió probar una temporada sin medicación".Con ayuda, Phelps aprendió a llevar a cabo una rutina impuesta por su estructurada vida y su apretada agenda sin la medicación, pero siempre sintiendo el apoyo de las personas más cercanas: Padres, hermanos y amigos.

Él estaba decidido a demostrar que podía tener éxito, a pesar de las limitaciones físicas y el desafío sobre la discapacidad de aprendizaje debido a su ADHD (TDAH), recuerda su madre.

De muy pequeño descubrió su gran motivación: La natación. Su familia fue un modelo para Phelps, puesto que la natación era la afición de sus padres, y sus dos hermanas, Hilary y Whitney. A pesar de sus dificultades para concentrarse, las claves que le ayudaron a conseguir el éxito fueron el apoyo y confianza incondicional de sus padres, un gran esfuerzo, voluntad y ante todo un talento natural excepcional. La familia es siempre un modelo para los hijos, debemos ser conscientes de fomentar los aspectos más positivos.

Con apenas 11 años, conoció en las piscinas de Maryland a un visionario, Bob Bownan, que creyó ver en él un gran potencial. Debbie y Fred, los padres del futuro fenómeno, estuvieron encantados de confiarle al revoltoso Michael, convencidos de que los duros entrenamientos de la disciplina lo calmarían. En realidad, Bowman había encontrado una mina de oro.

En su autobiografía, el propio Phelps se define a si mismo como una "rata de piscina", porque siempre estaba corriendo de un lado a otro, y creando revuelo con sus compañeros.

A sus 23 años demuestra una impresionante serenidad. Sabemos por nuestra experiencia que la mayoría de los niños con TDAH a los que se les ayuda a aprender estrategias para afrontar sus dificultades en la vida diaria, hacen frente a sus expectativas de futuro con éxito.

Su madre dirige una escuela en Baltimore para niños con Trastorno por Déficit de Atención  e hiperactividad y se inscribió en un grupo de debate de la red "Facebook" para aconsejar  a madres con niños con este trastorno. Aconsejar sobre lo que se puede hacer para ayudarles a mejorar en aquellos aspectos escolares y de la vida diaria que más les cuesta. Estos niños no solo tienen dificultades en lo escolar, sino que en la vida diaria también se encuentran con problemas de muy diverso tipo. Y es que en la mayoría de los casos, los padres necesitan ser guiados y sentir el apoyo y consejo de otros padres que han pasado por su misma situación.

Todas las personas, y más aún estos niños con diagnóstico de TDAH, por su baja autoestima, necesitan sentir que se confía en ellos. Esto les ayudará a creer en ellos mismos.

Phelps, a parte de ser admirado por su fortaleza como deportista, después de ganar ocho medallas en los juegos olímpicos de Pekín, se ha convertido en una inspiración para quienes tienen que lidiar  con el TDAH. Enseña además que es posible salir adelante lidiando con el trastorno y tener éxito. Por eso es tan importante guiar a estos niños hacia un futuro en donde puedan desarrollar su vida laboral en un ámbito que les guste y en donde sus capacidades sean una fortaleza para tener éxito.

En muchas ocasiones, la falta de conocimiento del trastorno por parte de padres, pedagogos y profesores convierte frecuentemente al niño en una carga para su entorno y en un quebradero de cabeza, pero su energía  se puede canalizar positivamente y una opción  para ello es el deporte. Lo que hay que conseguir es que cada niño encuentre su gran motivación. No nos olvidemos que es importante guiarles pero siempre preguntándoles que es lo que les gusta hacer y en donde se sienten más a gusto. A veces nuestras expectativas, como padres, no son las suyas. ¡PREGUNTEMOSLES!  Y será entonces cuando consigamos  que se sientan escuchados y comprendidos.

"Es obvio, para quienes siguieron los juegos olímpicos, que Phelps cuenta con una familia unida y entusiasta, que lo han apoyado para encontrar algo en lo que encaja perfectamente, como es la natación", declaró Robert Hendren, presidente de The American Academy of Child and Adolescent Psychiatry (AACAP). Esto es muy importante para un niño con TDAH, la familia tiene que estar unida, luchando junta por alcanzar un objetivo común;  sea el objetivo pasar de curso o conseguir una "medalla de oro".

Como dice el Doctor Rojas Marcos, éstos niños necesitan un Ángel para superar el TDAH, Michael Phelps tuvo también dos Ángeles, su entrenador Bob Bownan y por su puesto también su madre.

Historias como esta son las que nos animan a seguir luchando por estos niños en el día a día. Debemos concienciar a toda la gente que rodea a los niños con diagnóstico de TDAH que hay que potenciar sus aspectos positivos para superar con apoyo y motivación las dificultades que se vayan encontrando. No debemos centrarnos tan solo en lo escolar, hay que fijarse en otras cuestiones como son su autoestima, su bienestar psicológico, sus relaciones con amigos, los apoyos que le rodean, sus sueños e ilusiones.

 
 
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