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Información sobre el TDA - TDAH o Déficit de Atención con/sin hiperactividad en la Fundación CADAH
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Aula: Canalizar la hiperactividad física mejora el rendimiento atencional

La hiperactividad es entendida como una actividad excesiva e inapropiada en relación tanto con la edad como con la exigencia de la tarea (DSM-5).  La problemática que nos encontramos en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) especialmente en la niñez, es la incapacidad por parte del preescolar y escolar para controlar y modular eficientemente su hiperactividad, como consecuencia del fallo en el desarrollo de las funciones ejecutivas, sistema regulador del comportamiento (Barkley, 2012). 

Cuando trasladamos esta situación a las aulas, es habitual encontrarse que un niño con hiperactividad es incapaz de estarse completamente quieto. Así, al obligar al alumno hiperactivo a estar sentado o dispuesto en un lugar concreto prestando atención a algo o alguien, a los pocos segundos inevitablemente observamos este tipo de comportamientos:

  • Mover y balancear las piernas de un modo repetitivo.
  • Rascarse y/o tocarse repetidamente distintas partes del cuerpo de manera aleatoria, como si sintiera pequeñas molestias o picores nerviosos.
  • Retorcerse en el asiento.
  • Cambiar de posición con asiduidad. 
  • Distraerse con pequeños objetos.
  • Mirar a su alrededor incesantemente. 
  • Juguetear y/o toquetear los pequeños objetos que tenga a mano (lápices, gomas, cordones, botones…).
  • Juguetear con el pelo.
  • Dar golpecitos de forma repetitiva y constante.

Es más, estas manifestaciones se incrementan aún más en intensidad, cuanto más estricta sea la necesidad de no moverse. Día a día puedo comprobar que la solución es simple: esta mayor producción de energía necesita naturalmente de una vía de escape: la vía motora. De no ser así, por ejemplo, cuando imponemos a un niño hiperactivo la norma de estarse completamente quieto, esta sobreactividad o exceso de energía se traslada a la mente, provocando dispersión mental y distractibilidad (cambiar aleatoriamente el foco de atención, atención sobre distractores ambientales y otros estímulos de interés, discurso desorganizado, saltar de idea en idea…).

Por tanto, la sobreactividad no desaparece, sino que se transforma.

 

Permitir el movimiento favorece el rendimiento neurocognitivo 

Por mi experiencia, observo que cuando permitimos a un alumno que dé salida natural a esa excesiva producción de energía (evitando tener que hacer un esfuerzo consciente por controlar su movimiento) y que ésta fluya de forma natural mediante movimientos y gestos repetitivos y aleatorios, el niño/a consigue reducir la tensión física favoreciendo la concentración y el aprendizaje. Así, el alumno/a que inevitablemente balancea las piernas sin darse cuenta, gracias al movimiento, aumenta su estado de alerta y su predisposición para atender y seguir el ritmo de las instrucciones del profesor, mejorando significativamente su calidad atencional. El exceso de actividad motora, por tanto, actúa como un mecanismo compensatorio que facilita el rendimiento neurocognitivo.

Esta relación entre movimiento y mejora atencional ha sido evidenciada en un estudio de Sarver et al. (2015) en la Universidad de Florida, donde los resultados concluyeron que cuando los niños hiperactivos estaban en movimiento presentaban un mayor nivel de alerta y mejora del rendimiento académico.   

 

Ejemplos prácticos de medidas que favorecen la hiperactividad en el aula

De acuerdo a esta teoría, han sido publicadas varias noticias que recogen ejemplos de profesores y pedagogos de todo el mundo a favor de estas prácticas como la maestra Donna Yelh (Chicago) o el profesor Michal Hazan (Israel), que han sabido aprovechar los recursos y adaptar el entorno de estudio a través del diseño de pupitres adaptados, espacios únicos libres de distractores o el uso de materiales flexibles y adaptables, con el fin de que el alumnado con hiperactividad pueda ejercitar libremente su movimiento sin molestar ni alterar el ritmo de la clase y así conseguir seguir con atención las explicaciones.

Gracias a estas pequeñas acciones, los profesores (anteriormente citados) reportan puntuaciones más altas de los alumnos, mejora significativa de su rendimiento académico y mejora de la satisfacción global del alumno y del profesorado.

 

A continuación plasmo algunos ejemplos de estas medidas y adaptaciones del entorno educativo:  

silla-goma TDAH

Foto: Silla con goma elástica que permite que el alumno pueda balancear las piernas sin hacer ruidos ni molestar. 

pupitre-bici TDAH

Foto: Alumno en un pupitre con pedales en la escuela de Des Cèdres (Quebec, Canadá). "Le Journal de Montréal" (Autor: Pierre-Paul Poulin). 

 balon-asiento TDAH                       balón TDAH

Foto izda.: Alumna sentada sobre balón de pilates-yoga (Creekside Elementary School, Chicago, USA). Foto dcha.: Alumnos sentados sobre pelotas que permiten el balanceo y el movimiento del cuerpo (al tiempo que mejoran su postura corporal), (Red Oak Scholl, Chicago, USA).  

 

 SILLA BALÓN TDAH    SILLA BALÓN TDAH 2

Foto: Alumnos en el instituto "Darca High School" en Kiryat Malachi (Israel) con mobiliario y espacios de estudio diseños ad-hoc por el arquitecto Lior Ben-Sheetritque (Autor: Roi Mizrahi/Xnet). 

 

En resumen, parece un hecho probable que facilitar el movimiento en el alumnado hiperactivo ayuda a que éstos puedan mantener el nivel de alerta necesario para realizar actividades neurocognitivas y que exijan esfuerzo atencional, y es labor de los docentes y pedagogos permitir canales y metodologías que puedan garantizar esto. 

 

                                                               

                                     Sara Ortega Tapia, Neuropsicóloga clínica de Fundación CADAH (2016). 

 

BIBLIOGRAFÍA

American Psychiatric Association (2014). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), 5ª Ed. Madrid: Editoral Médica Panamericana.

Barkley, R. A. (2012). Executive Functioning and Self-Regulation: Extended Phenotype, Synthesis, and Clinical Implications. New York: Guilford Publications.  

Dion-Viens, D.  (2015). Des vélos-pupitres pour les jeunes hyperactifsLe Journal de Montréal.

Garvey, G. (2009). Exercise balls in kids` classrooms are used for learning, not fun. Backers say they sharpen attention, improve posture.  Chicago Tribune Journal. 

Sarver, D.E , Rapport, M.D, Kofler, M.J, Raiker, J.S, Friedman, L.M. (2015).  Hyperactivity in Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder (ADHD): Impairing Deficit or Compensatory Behavior?Journal of Abnormal Child Psychology, 43(7): 1219-1232.

 
 
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