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La Ley Orgánica 8/2013 de mejora de la calidad educativa (LOMCE) refiere que uno de los objetivos de la educación obligatoria es posibilitar un tránsito fluido entre las distintas etapas (primaria y secundaria).
Teniendo como referencia la estructura actual, el paso a secundaria, conlleva un cambio profundo en la estructuración del currículo y el inicio de la optatividad, ocasión para que los alumnos desarrollen su autonomía y empiecen a adquirir conciencia y responsabilidad sobre las consecuencias de sus decisiones. En ocasiones, estos aspectos pueden verse como un obstáculo para los alumnos y alumnas con necesidades educativas, de manera especial, el alumnado con TDAH. Además, si los estudiantes están escolarizados en centros públicos, también supone un cambio de centro, normalmente en un nuevo entorno, en un centro mucho más grande con nuevos compañeros provenientes de otros sectores geográficos.

Por otro lado, los alumnos pueden tener un rol distinto del que venían desempeñando en Primaria, tanto con sus compañeros como con sus profesores además, un factor muy importante es el hecho de que en secundaria cada docente se encarga de impartir una sola asignatura, por lo que el estudiante deberá acostumbrarse a los diferentes métodos didácticos usados por cada profesor o profesora. En ocasiones, algunos estudiantes pueden acusar dificultades en la adaptación e inclusión al nuevo entorno por lo que requieren una respuesta ágil y coordinada de los distintos órganos que han de colaborar para resolverlos.

Durante los primeros cursos de secundaria, se consolida la autonomía de los adolescentes, en el que la familia deja de ser referente de apoyo y adquiere especial relevancia el grupo de iguales. Por ello, parece necesario tener en cuenta las preferencias de los alumnos y alumnas en relación a con qué compañeros de su curso les gustaría compartir aula en su paso a secundaria.

Los centros de primaria y secundaria suelen organizarse para poner en marcha una serie de actuaciones, de manera coordinada, para favorecer este tránsito, minimizando el impacto negativo que pueda suponer en determinados alumnos y alumnas. Estas actuaciones incluyen desde reuniones entre los equipos directivos de los centros para facilitar el traspaso de información del alumnado hasta planes de acogida durante los primeros momentos del curso en los institutos. También es habitual, que en los últimos meses del curso, los institutos organicen jornadas de puertas abiertas.

En el caso del alumnado con TDAH y otras necesidades educativas, que cuenten con un informe psicopedagógico, éste se volverá a revisar para actualizar la información y plantear las medidas educativas que serían adecuadas durante la secundaria. El orientador correspondiente se encargará de traspasar esa información al responsable de orientación del centro de secundaria para que se tenga en cuenta a la hora de diseñar y planificar la respuesta educativa para ese alumno o alumna.

Elena Sánchez.
Fundación CADAH 2019.

Bibliografía:

Ley Orgánica 8/2013, de 9 de diciembre, de mejora de la calidad educativa (LOMCE).