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Ante el comienzo del nuevo trimestre académico, sería recomendable dedicar un tiempo al análisis y valoración del trimestre ya pasado. Reflexionando acerca de los logros conseguidos y de los objetivos no alcanzados, podremos desarrollar un plan de ajuste que nos permita continuar y alcanzar los logros académicos establecidos.

El análisis y evaluación del trabajo académico realizado en casa, será de vital importancia para poder clarificar los factores que han podido favorecer o entorpecer el rendimiento alcanzado. Será importante que, tanto el niño o adolescente y los adultos, realicen un ejercicio de reflexión sobre ello, sin reproches ni críticas directas, los resultados obtenidos tienen ya escasa importancia, por lo que deberemos poner nuestra mira en el futuro y en el trabajo que nos queda por hacer.

El fomento de la autonomía de nuestros hijos resultará de gran valor a la hora de establecer nuevos objetivos, tanto académicos como personales. Hasta que los éxitos y los fracasos no sean atribuidos por ellos mismos a su trabajo personal, no podrá producirse una verdadera motivación intrínseca ni una satisfactoria autoregulación personal.

¿Cómo podemos fomentar la autonomía?

Organización del espacio:

• El niño deberá tener su propio espacio de estudio libre de distracciones. Este lugar, deberá estar bien diferenciado físicamente de su espacio de ocio.
• El orden en su lugar de estudio deberá ser prioritario. Si el niño aún no sabe cómo hacerlo, podemos comprar cajones o cajas grandes para que poco a poco y con nuestra ayuda, aprenda a colocar cada cosa en su sitio.
• Eliminar los objetos que puedan distraerle.

Organización del tiempo:

• A través de contratos en el caso de los adolescentes o con hojas de economía de fichas para los más peques, se fijarán sus obligaciones en cuanto a los tiempos y horarios de estudio. Una vez cumplan el contrato, dejaremos que dediquen su tiempo libre a lo que ellos quieran, será su recompensa por el trabajo cumplido.
• Los horarios deberán ser flexibles e individualizados, es decir, adaptados a las necesidades y capacidades del niño.
  Ayúdele a organizar un panel o corcho donde pueda tener el horario del colegio siempre a la vista de cara a que pueda organizarse mejor las tareas, trabajos y plazos de entrega, así como las fechas de los exámenes.
• Dividir las tareas complejas en fases o sub-tareas será de gran ayuda para muchos niños que presentan TDAH al igual que priorizar aquellas tareas de mayor importancia.

Por último, sería muy recomendable mantener una reunión con el tutor y los profesionales involucrados en la educación de nuestro hijo, a fin de obtener información y recomendaciones específicas que ellos desde el centro hayan podido constatar. Esta información nos será de gran ayuda para poder establecer objetivos y trabajar de manera específica alguna de las áreas en las que estos niños presenten más problemas.

Lucía Osorio Quintana. Psicopedagoga de Fundación Cadah (2016)